EMBALSE CUERDA DEL POZO

Hay un conocido eslogan y aforismo de "sorianitelaimaginas", pues bien, en este reportaje vamos a poder sentir la fuerza y la energía del llamado "Mar de Soria", una inmensa masa de agua entre un océano de pinares a los pies de los Picos de Urbión, el Embalse de la Cuerda del Pozo. Es día 3 de febrero de 2023, comenzamos.

Calentamos piernas e iniciamos el pedaleo en las inmediaciones de la Ermita de la Virgen del

Camino, muy cerca de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista en la localidad de Abejar, en

donde podemos repasar y descargar todos los datos necesarios para poder efectuar la ruta. 

Mañana soleada y muy fría, ya que nuestro termómetro se ha desplomado hasta los -5º bajo

cero, teniendo que cruzar los hielos del Arroyo Bajero para penetrar al pinar del Mayorazgo

y alcanzar las primeras perspectivas y contingencias de esta maravillosa extensión de agua.

El precioso litoral del Monte de Amblau y Covachuelas intenta asomarse a estas tranquilas y

reposadas aguas que copian y reproducen los perfiles y contornos de este hermoso hábitat.

El Camino Castellano Aragonés por el que circulamos atraviesa amplios pastizales en los que

una abundante cabaña ganadera se nutre y alimenta con abrumadora placidez y serenidad.

El viaje nos permite descubrir y gozar de fantásticos parajes como el de la Playa de Gamella,

un lugar con impresionantes panorámicas que se duplican sobre el despejado lienzo del agua

y donde podemos admirar la imperturbabilidad de un paisaje con altas cualidades naturales.

Siempre con la presencia de la cercana Sierra de Urbión, el ritmo de la marcha cruza algún 

lote cerealista que alcanza las inmediaciones de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad,

siguiendo el incitador "crotoreo" de las dueñas y moradoras apostadas en lo mas alto de la 

robusta y voluminosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la  localidad de Herreros.

La Ermita de San Roque ampara a viajeros y peregrinos y nos ofrece la salida que cruza la

N-234 para asentarnos sobre el trazado de la Vía Verde Santander-Mediterráneo, alcanzando

en pocos metros el edificio que albergaba la vieja parada y apeadero del pueblo de Herreros.

El frío y la nieve han trazado una alfombra blanca en la ladera norte de la Sierra de Cabrejas

mientras el rectilíneo camino apunta hacia las elevadas cúspides de la Sierra del Moncayo, 

aunque nuestra rodada gira a la izquierda para atravesar los apacibles Prados de la Veguilla

para presentar a la Iglesia Parroquial de San Pedro en la localidad de Villaverde del Monte. 

Siempre nos gusta merodear y deambular entre las viviendas de los pueblos que cruzamos,

observando y disfrutando las recias y robustas casonas de piedra de una comarca soriana 

en la que se huele el cándido aroma del humo que vierten sus pintorescas chimeneas pinariegas.

El itinerario sigue hacia el Alto de Cañadillas que nos va introduciendo en una masa boscosa

con los primeros nidos de oruga procesionaria, sobrealimentada a costa de los sufridos pinos.

A esta hora de la mañana, el sol extiende toda su fuerza y luminosidad sobre el bello robledal

cercano a los abandonados y solitarios vestigios de las Majadas del Ramonal, un encuentro

con el pasado en el que cabreros y pastores lucharon por su supervivencia en un medio hostil y muy limitado.

El largo y duro repecho por la pista que atraviesa el Pinar del Fontarrón nos impulsa hasta el

Alto del Montero, divisando las fincas cerealistas que conforman el valle de las Peñas Llanas

y alcanzando la carretera, que sin solución de continuidad, desciende hasta la península de 

El Castillejo, efectuando un pequeño descanso para gozar de un merecido aperitivo mientras

oteamos y admiramos las diferentes ilustraciones que nos suscita el entorno del pantano.

Pedaleamos sobre el asfalto de la carretera SO-810 por uno de los intervalos mas atractivos

para deleitarnos con una arquitectura natural moldeada por impetuosos y enérgicos reflejos 

de un paisaje binario que mezcla azules del cielo y agua y verdes y marrones de sus tierras.

La presa del Embalse de la Cuerda del Pozo es la primera en regular el caudal del río Duero

que se escabulle entre las suaves y pinariegas vertientes del otero El Berrun y entre el limpio

arenal de la playa que recorre los aledaños y cercanías del privilegiado Club Naútico Soriano.

La imperturbabilidad, la tranquilidad y el sosiego son el motor para emprender una relajada

navegación por la arteria norte del pantano, realizando parada en la alegre Playa de la Viña

que alcanza a ver y distinguir en la lejanía la depurada silueta de nuestro próximo paradero.

Vinuesa es el corazón de la Tierra de Pinares y está acariciada por el flujo del río Revinuesa,

cuyo lavadero a cobijado a generaciones de mujeres que aseaban prendas y atuendos bajo estas vigas.

En la Plaza Juan Carlos I localizamos el Ayuntamiento y la Iglesia Nuestra Señora del Pino,

tomando la Calle Luenga que manifiesta la arquitectura tradicional de la Casa de los Ramos.

Bajamos a La Plazuela, jalonada por el rollo jurisdiccional que proclama el poder territorial de

la villa, ademas vamos apreciando el dominio señorial de sus palacios y casonas nobiliarias 

que se prolongan hasta conquistar las góticas molduras que integran la Ermita de la Soledad.

Un largo encerradero de ganado resguarda de las frías y gélidas noches al ejército de ovejas

churras que con parsimoniosa tranquilidad efectúan labores de segado en el campo de futbol.

El Puente Medieval duerme bajo las aguas del río Duero y desde su actual puente podemos

observar la colosal masa de agua que anegó estas insignes tierras de la provincia de Soria,

creando estratégicos lugares esbozados por un genuino paisaje, tan variado como hermoso.

Iniciamos un camino "rompe piernas" que escala fuertemente al Mirador de los Carbonales,

precipitándonos con rapidez y ligereza hasta los derrumbes y restos de la decrépita Ferrería,

volviendo a remontar por el tupido robledal que rodea el desaparecido pueblo de La Muedra

y alcanzando el humilde crucero del cementerio llevado fuera del nivel de agua del pantano.

Los habitantes del pueblo de La Muedra fueron obligados a dejarlo todo y comenzar una vida

en otro lugar, aunque sus recuerdos y su memoria permanecerán vivos a pesar del paso del

tiempo y mientras el campanario de su Iglesia de San Antonio Abad se niegue a desaparecer.

Continuamos por el estupendo bosque de la Dehesa Boyal que nos ilustra un notable paseo

en compañía del flamante Pinar del Calar, ayudándonos a respirar el aire puro necesario para

disfrutar de la naturaleza salvaje que se acerca hasta la ribera y orilla de la Playa del Bardo.

Silencioso e inmóvil, el Roble Salustiano hunde sus raíces en la historia y en los relatos de la

localidad de Molinos de Duero, uno de los pueblos mas apuestos y señoriales de la provincia

soriana que luce con firmeza el esbelto gótico de la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours.

En sus calles grandes casonas con fachadas de sillería de piedra y amplios zaguanes para la

carga-descarga de la Real Cabaña de Carreteros, con 2617 bueyes tirando de 872 carretas.

Abandonamos los delicados murmullos del río Duero por la carretera CL-117 que hacia el sur

atraviesa el moderno Puente de los Cubillos, internándose por una estrecha lengua de tierra

y revelándonos la hermosa y atractiva Vega del Ebrillos, el brazo mas occidental del Embalse.

Nos apresuramos a reparar un inesperado pinchazo en la margen de la Cañada de la Loma, 

aprovechando mientras tanto las nuevas visuales y los actuales parámetros ópticos del lugar.

Penetramos por el Barranco del Arroyo Mirón para llegar a la zona recreativa de  Playa Pita,

una playa fluvial en el fragor de un cuidado bosque de pinos que en estos días de invierno se

viste con atuendo solitario, al igual que el amplio embarcadero cercano al Camping Urbión.

Terminamos esta maravillosa aventura entre las suaves luces del atardecer, apresurando el

ritmo del pedaleo hasta la torre de la Iglesia de San Juan Bautista en Abejar, finalizando un

espectacular itinerario con estampas inolvidables en un rincón excepcional del orbe soriano

y donde la luna resplandece para iluminar los dominios de la gran desconocida de España.

Saludos de El BICIERRANTE, Hasta una próxima aventura. 

Todas las fotos en: EMBALSE CUERDA DEL POZO