jueves, 23 de junio de 2022

VÍA VERDE ALBA DE TORMES

El Camino Natural de la Vía Verde de la Plata, en su tramo salmantino entre Carbajosa de la Sagrada y Alba de Tormes, es un recorrido de 21 kms cercano a la margen izquierda de río Tormes entre los vestigios del antigüo ferrocarril que unía las ciudades de Plasencia y Astorga. Es día 5 de mayo de 2022, comenzamos.

Iniciamos el pedaleo en Carbajosa de la Sagrada, muy cerca de la Iglesia de Nuestra Señora
de la Asunción y el moderno y flamante edificio del Ayuntamiento, aprovechando el espacio
para consultar todos los datos del itinerario para realizar la VÍA VERDE ALBA DE TORMES.
Varias salidas del pueblo van tomando posición sobre el renovado trazado de las viejas vías,  
cuyo camino, largo y rectilíneo, apunta hacia el sur apretado entre las primeras trincheras del terreno.
A nuestra espalda queda el bonito perfil de la ciudad de Salamanca, mientras nos adentramos
en una clara y luminosa zona de cultivo, principalmente de cereales de trigo, cebada y colza,
intercaladas y entremezcladas con barbechos y pastos en un atractivo mosaico paisajístico.
La tenue y delicada luminosidad de la mañana se posa entre los sutiles rojos de las amapolas
mientras una brisa cálida y entrañable mece y balancea el verde y fresco océano de espigas.  
Nos desviamos hacia el pequeño núcleo urbano de Las Torres y su arquitectura tradicional 
que en alguna de sus casas dejan muestras del genio y el talento de las pinturas murales,
alcanzando junto al Arroyo de los Requesenes la Ermita e Iglesia Parroquial de Santa Eulalia.
La tranquilidad reina en estos territorios, aunque allá por el año 1812 los soldados españoles integrados en el ejército británico de Wellington estuvieron desplegados en las cercanías de 
Las Torres, para posteriormente tumbar la resistencia francesa en la batalla de Los Arapiles, una de las batallas mas decisivas de la Guerra de la Independencia.
La calma y la serenidad actual de estos campos nos conducen hasta la localidad de Arapiles
para visitar la Iglesia de San Fabián y San Sebastián, muy cercana al Aula de Interpretación
del "Sitio Histórico de Los Arapiles" y donde podemos volver a ver muestras del arte callejero
con representaciones pictóricas de los soldados y la enseñanza de la escuela rural en esa época.
Recorremos los suaves entornos y escenarios de esta batalla con las vistas del Arapil Chico 
y el Arapil Grande, dos cerros de escasa altura y claves en el desarrollo de la contienda.
Escalamos hasta la cima del Arapil Grande para divisar las magníficas panorámicas y las 
excelentes perspectivas del Arapil Chico y la ciudad de Salamanca al fondo, además de otear
el maravilloso paisaje primaveral formado por la llanura cerealista y los campos de labor.
En mitad de este balcón existe un monumento conmemorativo de dicha batalla librada el 22
de julio de 1812 con la aplastante victoria del ejército aliado sobre las tropas francesas que 
marcarían el principio del fin del dominio y sometimiento de Napoleón sobre el continente europeo. 
El paisaje va cambiando poco a poco para introducirnos en los típicos pastos de encinas que
van armonizando las peculiaridades y características de este bello y hermoso Campo Charro.
Sin parar el pedaleo, atravesamos los magníficos pastizales de esta lozana dehesa salmantina
atestada por una amplia y numerosa representación de sus mas fieles y leales moradoras.
Hemos alcanzado el reducido conjunto de la Maza de Alba, que al estar abandonado sirve de
albergue ganadero, acercándonos hasta el túnel y puente que nos devuelve y nos emplaza
en el recorrido de la vía verde, entre una densa y espesa fragosidad de encinas y carrascos.
Seguimos disfrutando por este espléndido corredor ecológico que se llena con el dulce aroma 
de hiniestas y retamas, contrastando con los colores y matices de multitud de cantuesos que
surgen al abrigo de varios taludes arenísticos y entre desmesuradas formaciones geológicas.
La provincia de Salamanca nos sigue enamorando con su paisaje mas personal y carismático
con una seducción que nos acerca a la esencia y la vida rural en medio de una naturaleza
portentosa y envidiable, donde tiene lugar la cría y la producción del ilustre e insigne toro bravo.
Continuamos el viaje entre los parapetos del terreno, enfilando rectas interminables que nos
conducen hacia horizontes mas despejados  entre extensos y dilatados campos cerealistas.
A estas alturas del camino empezamos un tenue y ligero descenso por terrenos mas improductivos
y en el que los bovinos se quedan extasiados y embelesados ante nuestra presencia y aparición.
El desvío hacia la localidad de Terradillos cruza los restos de un vetusto Potro de Herrar y nos
permite observar la arquitectura popular de los pueblos de la comarca de la Tierra de Alba,
transitando por sus calles hasta alcanzar la alta espadaña de su templo e Iglesia Parroquial.
A las afueras del pueblo descubrimos el oasis y remanso de tranquilidad que supone llegar
a la Fuente de Abajo, un buen lugar para ejecutar un descanso y hacer acopio de líquido elemento.
Abandonamos Terradillos entre un conglomerado de piedra, madera y tejas para volver al
trazado del viejo ferrocarril que nos enseña el idílico perfil y las vistas del municipio de Alba de Tormes.
El recorrido continua entre viejos y decrépitos corrales y entre las ruinas de varios palomares
que desaparecen entre los largos entramados de taludes y desniveles del terreno y las 
enormes y descomunales trincheras y defensas que abrazan este antigüo camino de hierro.
La última curva del itinerario abre el horizonte hacia la lejana Sierra de Béjar y sobre todo a 
un mirador natural desde el que podemos escudriñar el paisaje de las riberas del río Tormes.
Solo nos queda una larga recta final sobre la vaguada del Arroyo de los Valles para llevarnos
hasta el viejo semáforo que controlaba el tránsito de los trenes, poniendo el punto y final al recorrido.
La carretera SA-114 navega paralela a la corriente del río Tormes, que en pocos kilómetros
nos acerca a las inmediaciones del viejo puente romano de la localidad de ALBA DE TORMES,
iniciando la visita en el Castillo de los Duques de Alba ubicado en la zona mas alta del pueblo.
En el centro del pueblo admiramos la Iglesia y Convento de San juan de la Cruz situado junto
al templo de la Madres Carmelitas, lugar en el que se encuentra el sepulcro de Santa Teresa. 
A la fuente de la Plaza Mayor se asoman los ladrillos mudéjares de la Iglesia de San Juan y
el arco existente junto al noble edificio donde tiene sede y silla el actual gobierno municipal.
Subimos hasta el Parque del Espolón para saborear y contemplar los deliciosos escenarios
que esbozan y describen las generosas riberas y orillas que amparan al cauce del río Tormes.
Nos despedimos de esta monumental ciudad junto a la Basílica de Santa Teresa de Jesús
cuya imagen comparte foto con la altiva y espigada torre de la cercana Iglesia de San Pedro,
saliendo con la vistas del nuevo puente que comunica con la isla alojada en el lecho del río.
Variados y entretenidos lienzos florales crean  interesantes desfiles llenos de luz y color con
sobresalientes diseños y bocetos que atraen nuestra curiosidad, hasta alcanzar de nuevo el
corredor viario por el que se escuchaba el "traqueteo" y vibración de las viejas locomotoras. 
El viaje de vuelta nos depara una rigurosa tranquilidad entre prados con matriz adehesada y
acomete el singular entorno de Las Fontanitas, protagonizado por las soberbias formaciones
geológicas en las que se intercalan y combinan varias clases de tierras y areniscas para crear
y engendrar maravillosos contrastes y disparidades entre la luz amarillenta del dorado piorno.
Nos asaltan las sedosas y exquisitas fragancias de una floración en su punto culminante que
adereza y acicala el enorme pasadizo sedimentario que forman las trincheras de El Barrero
entre una magnífica representación de desnudos y desabrigados taludes que nos asombran
con sus gamas de colores, alegrándonos para seguir este entusiasmado y cautivador viaje.  
Mas adelante y a pie de vía encontramos las ruinas y los escombros de la fábrica de ladrillos,
divisando en sus alrededores un gran estanque donde baja a refrescarse la amplia cabaña ganadera.
Salimos de la dehesa y nos volvemos a enfrentar a la llanura y al campo cerealista en el que 
sobresalen los dos cerros testigos de los que libraron el asalto y los combates de Arapiles.
El último tramo de la vía verde se desarrolla entre un arrollador paisaje de cultivos de secano
que llegan hasta el remodelado Potro de Herrar de la localidad de Carbajosa de la Sagrada,
extendiendo nuestra ruta hasta el Puente del Ferrocarril en la ciudad de Salamanca, donde 
soñamos e imaginamos los ecos evocadores de un tren que solamente puede recorrer nuestra memoria.
Saludos de EL BICIERRANTE, hasta una próxima aventura.

Toda la ruta en fotos: VÍA VERDE ALBA DE TORMES

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