sábado, 3 de abril de 2021

VALLE DEL CUCO

Situado en la franja este de la provincia de Valladolid, el Valle del Cuco esta formado por las localidades de Curiel de Duero, San Llorente, Corrales de Duero, Valdearcos de la Vega y Bocos de Duero, aunque en este pequeño viaje nos hemos permitido anexionar a los pueblos de Roturas, Piñel de Abajo y Piñel de Arriba. Es día 15 de marzo de 2021, un magnífico día para pedalear por todo esta preciosa comarca del Campo de Peñafiel.

Comenzamos el itinerario en la localidad de CURIEL DE DUERO con las imponentes vistas de la fortaleza de Doña Berenguela, convertida actualmente en hotel y Residencia Real.
La mirada del viajero debe detenerse en el esbelto Rollo Jurisdiccional del siglo XVI,
muy cercano y próximo a la pequeña y coqueta Ermita del Cristo
para ir subiendo por la Calle de Abajo hasta la Iglesia de Santa María 
con un robusto estilo gótico-mudéjar levantado en el siglo XII.
En la Plaza Mayor también se encuentra el Palacio de los Zúñiga del siglo XV, conservando la fachada principal y su torre del homenaje.
Terminamos el paseo por Curiel merodeando las piedras románicas de la Iglesia de San Martín,
saliendo hacia las suaves y esponjosas colinas de Trascastillo,
no sin antes echar un vistazo al mapa y al circuito que vamos a realizar: VALLE DEL CUCO
Ascendemos hasta la palpable llanura del páramo
para asomarnos al balcón de La Revisca con unas espectaculares panorámicas del Valle del Duero
y sus moteadas parcelas cerealistas que se acicalan con los primeros matices primaverales.
El pedregal que cubre la Colada de San Juan y La Cantera
apunta hacia el Monte La Serna que fija su mirada 
hacia el valle por donde resbala el Arroyo de San Pedro,
alcanzando la Iglesia de San Esteban Protomártir en la pequeña población de ROTURAS.
Un intenso silencio y una profunda tranquilidad recorren su arquitectura popular
que se satura con la potente luminosidad de la mañana,
alcanzando su señorial fuente-abrevadero con dos únicos caños
que son capaces de romper con disimulo el enorme sosiego que invade el pueblo.
Las viejas y destartaladas construcciones de Roturas nos expulsan
hacia la vibrante naturaleza castiza que se enaltece
en el paraje de la Hoya de la Herrera y Valdehueles,
rebosando el modesto y cálido aroma de los viejos viñedos
y el frescor de un futuro ejército que ofrecerá y aportará los mejores caldos a la Rivera del Duero.
El paisaje se engalana a los pies del otero de Carracuriel, entrando en PIÑEL DE ABAJO 
para visitar la Ermita del Santo Cristo de la Vega
y la simpatía de un precioso arte urbano desplegado en algunas viviendas del pueblo.
En la Plaza Mayor se ubica el Consistorio con un soportal arcado 
que comunica con la escalinata de acceso a la Iglesia Parroquial de San Pelayo Mártir
cuya torre se erige entre los soberbios destellos de una encantadora floración.
La intensa luminosidad y la agradable temperatura del día nos siguen animando el pedaleo
para continuar descubriendo los hermosos y bellos contrastes del campo
y la explosión de color que el final del invierno imprime a esta maravillosa comarca.
La carretera nos acerca hasta la vecina localidad de PIÑEL DE ARRIBA y su Iglesia dedicada a San Juan Ante Portam Latinam
entre los arcos de su preciosa portada gótica del siglo XVI
y su noble pórtico con excelentes vistas de sus alrededores.
Antigüos y añejos indicadores nos encauzan y encarrilan 
a lo largo de la Calle Luis Moyano que baja decidida hasta la Plaza Mayor
y a la zona donde antaño se guardaba la paja y los rastrojos
para cruzar el Arroyo de Piñel y aposentarnos en la Ermita del Cristo de las Eras.
Abandonamos el pueblo entre cruceros y viejas construcciones de piedra y adobe
que exhalan añejas esencias de un pasado dedicado a la honorable cría de palomas y "pichones" que constituyeron una base complementaria en la alimentación de las gentes de estos lugares.
El verde cerealista, los ocres y marrones de los viñedos y los  grises de los montes
resaltan y sobresalen entre la mole blanquecina del Muñogordo 
que en suave y ligero ascenso primero y en fuerte y recio repecho después,
alcanza el árido Páramo de Fuente el Olmo y Las Viñas
en un horizonte totalmente desnudo y desabrigado.
Entramos por las calles de la localidad de SAN LLORENTE que es el pueblo mas alto del valle y donde nace el Arroyo del Concejo (Arroyo del Cuco),
hasta llegar a la pequeña y presumida Plaza Mayor
donde encontraremos la Iglesia de San Pedro Apóstol
para seguidamente visitar la Torre del Ayuntamiento en la Plaza Socarrena.
Territorio de fuentes y manantiales, conocemos la Fuente del Tanguillo situada junto a las escuelas,
o la de Fuentespinos con pilón para que beba el ganado,
esta última situada junto a los lavaderos donde se lavaba la ropa, conforman el amplio patrimonio hídrico de la localidad.
La carretera desciende vertiginosa hasta la "Encina de la Tía Pilar", catalogada como árbol singular
antes de tropezar con el llamativo mural a la entrada de CORRALES DE DUERO
La primaveral estampa de la Ermita de San Antonio de Padua
nos invita a recorrer de forma tranquila y sosegada sus estrechas callejuelas
y sus admirables aledaños de belleza incalculable,
además descubriremos esos rincones que describen y dibujan la vida rural tal y como es.
Bajamos por la Calle Real hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
que se codea y se combina con la perfecta transparencia y diafanidad que el día nos regala.
Tras un pequeño descanso en las fuentes y lavaderos, retomamos la rutina de viaje
frente a la Vereda de Hontanares y las últimas edificaciones del pueblo.
La sinuosa VA-VP-3017 discurre entre los suaves resaltes montaraces de Los Prados
que van elaborando diferentes y distintas fotografías hasta alcanzar
las vides y cepas que se propagan y dilatan en los alrededores
de la Ermita de la Virgen de la Zarzuela, muy próxima a VALDEARCOS DE LA VEGA.
La estilizada Parroquia Asunción de Nuestra Señora 
nos invita a subir por la animada y colorida Calle Mayor
que nos conducirá hasta la plaza donde se encuentra el Rollo Jurisdiccional.
La Calle de la Pesquera nos sumerge en un delicioso y apacible ambiente rural
finalizando nuestra visita al pueblo en las inmediaciones de la Ermita del Santo Cristo de las Limpias.
Varios inmuebles desperdigados nos acompañan y nos transportan 
hasta la pequeña Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves en la localidad de BOCOS DE DUERO,
admirando su atractiva e interesante arquitectura popular
en una lujosa representación de piedras, adobes, maderas y tejas.
Fuentes y pilones siguen apareciendo en este complaciente itinerario
discurriendo bajo los 873 metros de la cumbre del Pico Gurugú que se asoma 
al lugar donde el Arroyo del Cuco entrega sus aguas al río Duero,
armonizando un fresco rincón lleno de belleza.
La carretera fractura el casco urbano de Bocos de Duero,
regalándonos al final elegantes notas y misivas de un pasado no muy lejano.
Vamos escribiendo el final de nuestra ruta entre los cultivos del Monte San Miguel
y la rectilínea perspectiva de una multitud de viñedos que afloran y despuntan
hacia las fértiles y opulentas Riberas del Duero.
El Valle del Cuco es un pequeño escondrijo en la provincia vallisoletana en la que podemos descubrir y disfrutar de un espacio lleno de tranquilidad y de intacta belleza.
Saludos desde EL BICIERRANTE. Hasta una próxima ruta. ÁLBUM DE FOTOS: VALLE DEL CUCO  y también en Facebook: VALLE DEL CUCO

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