EL BICIERRANTE: EL SINUOSO ALAGÓN

El 25 de junio de 2015 montamos las bicis en el interior del coche para desplazarnos hasta la localidad salmantina de Sotoserrano y recorrer zonas de la Sierra de Francia y Las Hurdes, a caballo entre las provincias de Salamanca y Cáceres. Pincha en "play" y comenzamos.

El mapa y los datos aproximados de este trayecto en: EL SINUOSO ALAGÓN
La ruta se inicia en Sotoserrano, por las estrechas calles de la localidad serrana, entre su magnífica arquitectura popular, cruzando su Plaza Mayor y

saliendo hacia el este por una pista asfaltada en una trepidante bajada rodeado de vides, cerezos

y olivos que rodean el pequeño monte de La Corona, asomándonos a un precioso balcón en donde distinguimos las aguas del río Alagón

que se asienta en el seno del valle,

recogiendo un poco antes, las aguas del río Francia.

El Alagón forma una espectacular playa

y soto fluvial frente a las inmediaciones de la Zona de Acampada y Camping de Sotoserrano,

mientras seguimos bordeándolo hasta el estupendo y lozano puente

que salva la corriente de la hermosa

cuenca del Alagón,

para seguidamente cruzar un nuevo puente

sobre el río Cuerpo de Hombre

que a pocos metros cede sus aguas al río Alagón.

Traspasado el segundo puente tomamos a la derecha un amplio camino paralelo al río

que nos introduce por la fértil vega del Alagón,

conduciéndonos por las zonas del Espolón y Las Pitanillas, hasta atravesar el Arroyo Servón.

El maravilloso camino toma dirección hacia La Asomada,

entre las sombras de un denso pinar,

que en algún claro del bosque nos descubre el bonito perfil de Herguijuela de la Sierra,

entre las hermosas panorámicas que nos deja la Sierra de Francia.

Mientras tomamos altura, el sinuoso Alagón empieza a serpentear por el fondo del valle,

que llegando a la zona de Peñalbo tocamos con la vista el pueblo de Riomalo de Abajo.

Desde este precioso monte de El Pardo ya adivinamos las bellas ondulaciones y zigzagueos del río y seguidamente iniciamos un largo y apasionante

descenso hasta llegar a las ruinas de Cabaloria,

un municipio abandonado de la provincia de Salamanca, del que solo podemos disfrutar del contorno de sus casas

y de la silueta de sus viejos y derruidos muros.

En sus inmediaciones disfrutamos de la confluencia del río Ladrillar en el Alagón

mientras saltamos a la provincia de Cáceres en el Pueblo de Riomalo de Abajo.

El calor aprieta a esta hora, y como dice el refrán "en junio, beber y sudar y el frescor buscar", hemos bebido, hemos sudado y buscamos el frescor en la zona de baño del pueblo.

Abandonamos Riomalo de Abajo para conocer la parte mas bonita de la ruta

cogiendo la Senda Verea de los Pescadores, que tras un duro y largo repecho

nos ira acercando por las maravillosas interioridades de la comarca cacereña de Las Hurdes,

donde el río Alagón

despliega de golpe su hermoso entorno, que solo la vista de esta parte del río justifica toda la ruta.

El río nos regala la sensacional y espléndida vista del impresionante Meandro Melero, un paraje natural de suma belleza que destaca

por una panorámica espectacular desde el Mirador de La Antigüa, observando uno de los lugares mas bellos e impactantes de la geografía española, disfrutando del paisaje típico hurdano que transmite paz y tranquilidad.

Después de tanta belleza volvemos a la rutina habitual de ascensión

por las laderas del Pico Lentejo de 954 metros,

que nos asoman por el Castañar de Matazara, Canalito de los Lobos y La Guina.

En su interior descubrimos infinidad de colmenas que aprovechan las solanas del monte,

mientras seguimos navegando por el incesante y prolongado pinar

junto a las márgenes que acogen este juguetón río Alagón.

Grandes recursos madereros se extienden por los caminos,

mezclados entre las hermosas estampas que va dibujando el río,

decorados y engalanados por los colores

de infinidad de plantas.

Nuestro pedaleo se hace monótono entre la roca y el pinar

con largos pasillos

que miran hacia la inmensidad del bosque en la Collada del Helechoso a 508 metros de altitud.

Tras girar hacia el norte y después de haber traspasado los pueblos de Arrolobos y Vegas de Coria hundidos en el fondo del valle, el paisaje cambia por completo

con gran cantidad y multitud de olivares

que transforman y visten el paisaje con los nuevos tonos del principio del verano.

A la sombra de estas preciosas flores acabamos con todas las reservas de agua,

en el momento que llegamos a la Portilla del Pino

para en un trepidante y rápido descenso por carretera

cruzar el río Ladrillar

entrando en el pequeño pueblo de La Rebollosa.

Un kilómetro y medio mas de descenso para conseguir llegar a Riomalo de Abajo donde nos esperan unas magníficas y frescas jarras de cerveza combinadas con varias "tapas" de la zona extremeña.