Emprendemos un relajado pedaleo desde el maravilloso Naval del Pozo, un mágico y bonito
paraje delineado por el río Tera y cuyas limpias y transparentes aguas conforman el lugar perfecto para analizar y examinar todo el itinerario de la ruta 👇👇👇
obligándonos a cruzar por un asombroso escenario formado por la espléndida y espectacular
arquitectura típica sanabresa con una ilustrada recopilación de piedras, pizarras y maderas.
Según vamos cruzando el pueblo parece que los relojes se paran, las horas y los minutos se
ralentizan y la naturaleza de adueña del tiempo que parece detenerse en un mar de tranquilidad.
Seguimos el poderoso influjo del Tera, navegando a favor de corriente y alcanzando en poco
tiempo la nueva y original Iglesia Parroquial de Ribadelago Nuevo, un edificio situado en la
misma Plaza de España que tiene continuidad por la carretera ZA-104 para llegar hasta un
parque a las afueras con los restos del campanario del pequeño templo de Ribadelago Viejo.
El asfalto se asocia para conducir nuestra bici entre los gratos aromas de algunas florecillas
y donde tenemos nuestro primer contacto con el Lago de Sanabria, en concreto con la bonita
playa de Rocas Negras, donde el agua y la montaña se redoblan entre interesantes reflejos.
Seguimos avanzando entre las impresionantes vistas de esta joya zamorana, llegando hasta
la playa de Custa Llago con un notable servicio de alquiler de piraguas y patines a pedales.
La umbría del robledal esconde enigmáticos tesoros florales, dándonos paso a la playa mas
grande del entorno del lago, la playa de Viquiella, un oasis de blancas y finas arenas donde
poder zambullirse entre un extenso horizonte montañoso atenuado por una inmensa quietud.
En la parte alta de la playa descubrimos un Monolito de Homenaje a la Guardería Forestal y
detrás del Camping Los Robles unas nuevas panorámicas de esta bella albufera castellana.
En un par de kilómetros aparecen los gratificantes colores de algunos cerezos entreverados
entre las insólitas estampas del lago y entre los maravillosos claros y despejados del robledal,
permitiéndonos acceder a su intimidad para descubrir la riqueza y la seducción de su flora.
Cruzando el pequeño puente sobre el caudal del río Tera nos adentramos en los Arenales de
Vigo de Sanabria para capturar y apresar la cautivadora playa de Los Enanos, un agraciado
arenal de aspecto salvaje y natural, aguas esmeraldas y cristalinas y unos bellos alrededores.
Por último y a pocos metros, unas frescas y estupendas tonalidades lograrán conducirnos al
majestuoso rincón donde se encuentra la playa El Folgoso, abrazada al tenue rumor del agua
y a la brillantez y notoriedad de un espacio que conquistará a buen seguro, toda tu atención.
Comenzamos la verdadera ascensión por la carretera ZA-103, dejando a nuestra derecha el
pueblo de Vigo de Sanabria y logrando llegar con esfuerzo hasta San Martín de Castañeda.
La localidad nos sorprende con una cuidada y esmerada arquitectura típica de Sanabria con
alargadas galerías y solanas de madera, un océano oscuro y negro de tejados de pizarras y
unas grandes casonas de piedra decoradas y engalanadas por multitud de flores y macetas.
A mitad del municipio cruzamos el acceso hacia el Monasterio de Santa María, un edificio del
siglo XII declarado Monumento Histórico Artístico que tiene la exclusividad de ser el único de
los monasterios cistercienses en la provincia zamorana. Su lápida fundacional empotrada en
el hastial del templo es la insignia de su primitiva iglesia, luciendo junto a la puerta del Centro de Interpretación del Lago de Sanabria.
En la parte posterior del monasterio se despliega un magnífico y suntuoso manto de hierba
en el que se acomodan unos joviales equinos que sestean con incuestionable parsimonia.
Atrás queda un soberbio escenario atrapado entre la exuberancia y frondosidad del bosque,
siguiendo la atención y los hermosos destellos del primer golpe de vista para encarrilarnos al
impresionante Mirador de Neveira, disfrutando de las mejores vistas del Lago de Sanabria en
un magnífico decorado, creado y engendrado por uno de los iconos mas idílicos de Zamora.
En la parte alta de San Martín de Castañeda realizamos otro pequeño descanso para reponer
nuestras reservas hídricas en la frescura del Caño de Estal y el agua de la Fuente del Castro.Los pequeños y organizados huertos de las afueras van a ir dando paso a territorios baldíos
para la agricultura, encontrando en la subida numerosas zonas de paso de ganado vacuno.
Comienza la fiesta del piorno en una celebración para descubrir esta humilde retama y cuya
amarillenta floración tiñe de doradas tonalidades las bonitas vegas de la Fuente de los Ojos.
Infinitas variedades de piornos, brezos y urces van combinando matices y colores entre unos
contrastes alucinantes y entre aromas únicos que perdurarán en la zona durante un tiempo.
En dos profundas curvas de herraduras vamos a encontrar miradores de ensueño para otear
toda la inmensidad y grandiosidad de este maravilloso Parque Natural, alcanzando las vistas
de algunas de sus poblaciones, la Sierra de la Culebra, la comarca y tierras portuguesas de
Trás-os-Montes y el Cerro Currisquero que se envalentona sobre las aguas del Forcadura.
Las laderas del Gencional y el valle del Arroyo de Ventosiellos siguen elaborando un paisaje
amarillo que dibuja un paradisiaco lugar lleno de magia y con una sensación enamoradiza.
Una multitudinaria cabaña ganadera nos saluda desde la Vaguada de los Covadosos, punto
donde se encuentra el aparcamiento para iniciar caminando la ruta por Laguna de los Peces.
El piorno, utilizado para combustible, techado de cuadras y chozos y para elaborar escobas y
cestas, ofrece un paisaje espectacular y lleno de encanto alrededor de esta preciosa laguna
situada a una altitud de 1707 metros y cuyo origen glaciar hace que permanezca helada los meses de invierno.
Descendemos lentamente hasta la Fuente de los Peces, saboreando la pureza y la sencillez
de una naturaleza que contempla unos horizontes de ensueño y unas vistas encantadoras.
La senda sigue interesada en mostrarnos una singular y natural creación arquitectónica que
se funde y se moldea con la primorosa luminosidad de un cercano atardecer y cuya lámina
acuosa empiezan a retratar y perfilar la afluencia de nubes que pululan sobre la bella laguna.
Alcanzamos la pequeña represa construida para aumentar y acrecentar la capacidad de este
fantástico lago que sigue comprometido para persuadirnos con la ceremonia de la floración del piorno.
Avanzamos por su vertiente norte en busca del Arroyo del Fuego, descubriendo las miradas
mas icónicas para explorar la belleza innegable que poseen estas frías aguas cubiertas por
una delicada alfombra de florecillas acuáticas que con su níveo semblante y sus clarividentes
facciones proyectan un agradable maquillaje para sumergirte literalmente en un paisaje de cuento.
Una nueva imagen se perfila desde los balcones de Los Gorralicos y la Majada de Vigo que
tiene a su lado las nieves perennes de la Peña Cabrita y escucha el discurrir de los arroyos
entre la infinidad de un matorral que saca a relucir su bella elegancia y sus mejores galas.
Lanzamos la mirada a la Cuesta de Estallarabos y al horizonte montañoso del Faeda y Peña
Negra, volviendo rápidamente a los tonos rosáceos de brezos y escobas que junto a urces y
piornos serranos tapizan y recubren las cuestas y pendientes en los aledaños del Llombo Alto.Terminamos esta aventura escuchando los gorjeos y graznidos de las numerosas limícolas y
anátidas entre la tenue luz del atardecer, aspirando en silencio la poderosa fragancia de una
pletórica vegetación y entre las luces, los brillos y las sombras de uno de los rincones mas exclusivos del Parque Natural del Lago de Sanabria.
Saludos de "EL BICIERRANTE" a tod@s caminantes y ciclistas.
Álbum de fotos: LAGUNA DE LOS PECES