domingo, 29 de enero de 2017

LA MORAÑA

La Moraña es un comarca situada al norte de Ávila entre las provincias de Segovia, Valladolid y Salamanca. Es 25 de enero de 2017, un día perfecto para viajar por el corazón de sus entrañas. Pulsa el "play" y comenzamos.
Con nuestra BTT a punto, iniciamos el itinerario sobre el arco junto al Puente de Medina, en el municipio de Arévalo, capital de la comarca Morañesa entre los ríos Adaja y Arevalillo, subiendo hasta su Castillo.
Nos internamos hacia su espectacular Plaza de la Villa
donde sus fachadas y soportales mudéjares
nos trasladan a épocas entre los siglos XII al XV, pudiendo admirar la iglesia de Santa María la Mayor
y la Iglesia de San Martín.
Una vez recorrido los principales monumentos de Arévalo, repasamos el mapa de situación, pudiendo descargar los datos de la ruta en: LA MORAÑA
En la parte oeste del Polígono Industrial Tierra de Arévalo, sale un camino entre una pequeña mancha de pinar
aderezado con hermosos colores
y con las profundas cicatrices que dejan los -7º centígrados de la pasada noche.
Entre el Prado de Medina y la Cuesta de la Legua se alzan varios juncales, justo antes de alcanzar
la pequeña población de Tornadizos de Arévalo, con grandes casa solariegas
y su pequeña ermita con espadaña de ladrillo.
Paja y pinos, se funden por el camino entre Las Fuentes y el Prado de Esteban,
abriéndonos paso a la amplia llanura castellana
ataviada de pequeñas charcas
y numerosos hielos. Así reza el refrán: "En enero se hiela el agua hasta en el puchero".
El camino va descubriendo su enorme potencial paisajístico
formado por esta inmensa llanura 
que muestra su personal matiz colorista
y su incalculable e infinita planicie cerealista.
Sin darnos cuenta nos hemos acercado hasta la población de Sinlabajos
en la que destaca su iglesia de San Pelayo
y un helado y pequeño remanso de agua entre esteros y carrizales.
Continuamos entre las recién nacidas cebadas
y futuros trigales
observando las diferentes tareas agrícolas realizadas por los labradores en sus fincas.
De nuevo entre pinos, La Moraña va revelando su peculiar fisonomía 
de iglesias, ermitas,
torres y campanarios, alcanzando la localidad de San Esteban de Zapardiel.
Esta luminosa imagen es el nexo de unión entre las cercanas San Esteban de Zapardiel 
y Castellanos de Zapardiel, 
donde destaca su robusta Iglesia Parroquial.
Tomamos el Camino de Madrigal por un puente que salva el marchito y estéril cauce del río Zapardiel,
que discurre entre las alegres tonalidades de "pacas" de paja
y soleados montones de remolachas,
y donde la claridad del día nos permite otear en lontananza la torre de la iglesia de Madrigal
y el campanario de Moraleja de Matacabras.
Proseguimos la marcha entre pequeñas retenciones y estuarios de agua
que muestran numerosas plantas y algas que se adaptan a la perfección en estos medios húmedos y empapados.
Asaltamos Madrigal de las Altas Torres por la Puerta de Arévalo,
tomando su espléndido recinto amurallado y su formidable fortificación defensiva
hasta alcanzar la Puerta de Cantalapiedra
y penetrar en su interior.
Rodeamos los rojizos ábsides y arquerías de la iglesia de Santa María del Castillo, en la que sobresale la fuerza y el vigor del estilo mudéjar del templo.
Paseamos junto a la Casa Consistorial,
la Iglesia de San Nicolás de Bari, fantástica representación del arte románico-mudéjar del siglo XIII,
bajando hasta el Convento MM. Agustinas
y Casa Natal de Isabel la Católica.
Terminamos este monumental recorrido por Madrigal junto a la Puerta de Peñaranda
abandonando el hermoso municipio en dirección sur
 en busca de los lavajos de La Culebra y Pozo Carnero.
Sin tiempo para reaccionar y a toda velocidad, disparamos con nuestra cámara sobre un magnífico grupo de avutardas, que rapidamente se pierden y mimetizan entre la estepa castellana.
LLegamos a Bercial de Zapardiel
surcando y navegando
por el interior de su agotado y evaporado cauce
tomando dirección este, entre antigüos y desgastados aperos de labranza y recuerdos de épocas pasadas.
Construcciones de heno y paja
descubren a nuestra izquierda el pueblo de Barromán
asentado entre ocres y marrones,
mientras somos divisados por estos curiosos equinos.
Una amplia y verde llanura se extiende hacia el horizonte
por donde circulan estas enormes estructuras de lluvia artificial que ayudarán al crecimiento y defensa de esta bella zona cerealista.
Arroyos y regatos mantienen aun, escarchas y hielos
en el momento que entramos en Villanueva del Aceral.
Desde su Iglesia Parroquial de San Andres
alcanzamos las distantes y lejanas nieves de las sierras abulenses 
y las cercanas y vivas gradaciones tonales
de los campos que rodean el municipio aledaño de Aldeaseca.
Las moradoras de su Iglesia, en honor a San Miguel Arcángel,
nos lanzan a sobrevolar hacia la infinita Meseta Castellana
en donde pace, tranquilo y placidamente, este precioso rebaño de ovejas.
En el último tramo de nuestra ruta, el paisaje nos seduce con suaves y delicadas ondulaciones,
campos para el aprovechamiento de la energía termosolar,
y como culmen a este hermoso itinerario, visitamos la Ermita de la Lugareja, considerada una de las obras cumbres del románico-mudéjar español, declarada Monumento Nacional del antigüo convento de Santa María de Gómez Román.
Arévalo nos espera para rematar este estupendo viaje por La Moraña, esta "Tierra de Moros" en la que resuenan los ecos testimoniales de la influencia musulmana y del arte mudéjar que atesora este radiante y espléndido territorio.
Concluimos con un agradable y encantador paseo bajo el Puente de Medina
y los recios y poderosos torreones y muros de su castillo.
Un saludo de EL BICIERRANTE. 
Todas las fotos en: LA MORAÑA

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