martes, 25 de noviembre de 2014

NACIMIENTO DEL ADAJA Y VALLE DEL CORNEJA

En esta ocasión vamos a recorrer en BTT la Sierra de la Serrota y Paramera, estribaciones norteñas de la espectacular Sierra de Gredos en la provincia de Ávila, remontando el Valle del Adaja y descubriendo parte del Valle del Corneja. Pincha en "play" y comenzamos.
El mapa de recorrido y los datos aproximados de la ruta en:  ADAJA - CORNEJA 
Con las primeras luces del viernes 21 de noviembre de 2014 nos trasladamos en coche
hasta desembarcar en el municipio abulense de Villatoro, localidad situada en la falda norte de la Sierra de la Serrota a unos 1183 metros de altura.
Antes de comenzar a pedalear admiramos su magnífica Iglesia de San Miguel de estilo Gótico-Isabelino del siglo XVI
y disfrutamos de su cultura vettona con tres "verracos" distribuidos en la plaza, esculturas zoomorfas hechas de piedra tallada y labradas en un solo bloque que datan entre los siglos III a. de Cristo y II d. de Cristo.
Abandonando el casco de Villatoro y salvando la carretera N-110 por un cruce subterráneo nos introducimos por un antigüo camino ganadero
por frescos prados rodeados de sauces, fresnos y chopos y entre maravillosos destellos otoñales
en los que se nos cuelan dos apacibles equinos tomando su sustento diario.
Atravesamos un delicioso paisaje de praderas con pequeñas parcelas con paredes de mampostería e infinidad de ganado
constituyendo atractivos y amenos pastizales.
Pasado el Prado Caballo y cruzando el río, el camino avanza por un precioso robledal
y en esta época del año la masa forestal adquiere hermosos colores que
proporcionan un rico cromatismo
con espectaculares tonalidades y matices.
A nuestro cadente pedaleo se une el discreto canto de mirlos y petirrojos
por una suave ascensión en este bello entorno.
El cielo y las nubes realzan el formidable panorama que se abre entre el robledal
mientras la senda se ha ido aclarando hasta alcanzar la pradera de alta montaña salpicada por un numeroso rebaño de ganado
y abordando la Fuente del Ortigal, lugar de nacimiento del río Adaja.
La tranquilidad nos invade mientras observamos el hermoso valle recorrido por el que discurre las primeras aguas del Adaja en busca de la ciudad de Ávila.
Dejamos nota de nuestro paso por el lugar
y alcanzamos El Colladillo, abandonando el Valle del Adaja
para conectar con el Valle del río Corneja.
Comienza un rápido descenso por los Corrales de Cerro Quemado
que se convierte en repentino y vertiginoso cruzando el pinar de la Mata de Navalvillar.
La exuberante y selvática pinareda
nos descubre dos fuentes
en el interior de la umbría
para volver de nuevo a la claridad 
y luminosidad del precioso robledal
asomándonos al precioso balcón desde donde oteamos, clavado en el fondo del valle, la localidad de Villafranca de la Sierra.
Seguimos descendiendo entre abrevaderos y fuentes
cruzando bellas majadas y dehesas
hasta atrapar las aguas del río Corneja
en las inmediaciones del bello puente de Villafranca de la Sierra.
Accedemos por el interior de sus calles hasta la Plaza Mayor con magníficos soportales y un hermoso pilón de cuatro caños casi enfrente del Ayuntamiento.
En el recorrido admiramos su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XV y su bonita torre con espadaña.
A la salida del municipio nos saludan estos simpáticos burros, animándonos a coger la 
asfaltada carretera que nos llevará hasta la localidad de Navacepedilla de Corneja.
El otoño brilla con todo su esplendor y poderío
remontando las aguas del Corneja y
alcanzando el idílico lugar donde está situado el Molino del Tío Alberto.
El conjunto molinero está formado por antigüas edificaciones como la vivienda del propio molinero, la cuadra, pocilga y horno de pan.
El molino consta de una cacera que recoge el agua río arriba y la transporta hasta el cubo por una canal de sillería vertical; la fuerza de su caída mueve la maquinaria del molino saliendo por un cárcavo adintelado en una hermosa cascada 
que devuelve las aguas al río.
Después de un hermoso recodo del río
llegamos a la localidad de Navacepedilla de Corneja situada a 1256 metros de altitud.
Tras visitar su fuente subimos hasta la Iglesia Parroquial
curioseando sus calles y su entorno.
En lo mas alto del pueblo cogemos una pista asfaltada que nos llevará a un pequeño remanso del río antes de alcanzar
la pequeña y enigmática Ermita de San Juan
en el reducido conjunto de casas que forma el pueblo de Garganta de Hornos.
En esta localidad no vemos a nadie, unicamente nos cruzamos con estos dos preciosos "mininos" que se percatan de nuestra presencia.
Llegados a este lugar giramos hacia la derecha por Puente de la Ramona siguiendo hacia el curso alto del Corneja, pasando por el Robledal de Pradohoyo
y terminando el camino en las maravillosas Dehesas de Majalpino.
Cancelas metálicas a diestro y siniestro me impiden continuar, por lo tanto regreso de nuevo hasta Garganta de Hornos.
Al final de Garganta de Hornos cojemos el camino hacia Los Riscazos y Valdemenga
salpicado por los peligrosos colores de estas "amanitas muscarias"
donde el camino se eleva energicamente con duras rampas hacia el cielo
pero mitigado por el hermoso susurro y rumor del Arroyo de la Gargantilla.
La pendiente y el desnivel se endurecen por un camino roto entre praderas, corrales y piorno que ponen nuestro corazón casi al límite.
Después del tremendo esfuerzo recuperamos pulsaciones, intentando imitar el descanso y la quietud que proponen estas sosegadas vacas.
Inevitablemente hemos llegado al techo de nuestra ruta el Cerro de la Hormiguilla, situado a 1658 metros de altura.
De nuevo al pedaleo, con los ojos puestos en el Cerro de la Cumbre,
accedemos a El Colladillo y al Valle del Adaja
para bajar a toda velocidad por la pista hacia Peña Abajo
disfrutando de la amplitud del horizonte en busca del Puerto de Villatoro.
Aprovecho para hacerme una autofoto o "selfi" con mi compañera de fatigas
y seguir descenciendo "a toda pastilla" por el maravilloso entorno de Prado Caballo.
Entre el maremagnum de robles las vacas nos miran atónitas
 en un prodigioso escenario de sombras que el atardecer dibuja en el monte
Chopos y alisos vuelven a saludarnos
con la cálida y entrañable luz de un luminoso día de noviembre
en el momento que finalizamos y cerramos la hermosa ruta de hoy frente al Ayuntamiento de Villatoro. 
La mente se queda gratamente impresionada con el encanto de la Sierra de la Serrota y Paramera y en nuestras retinas quedarán grabadas los estupendos escenarios vividos en estas maravillosas tierras de la provincia de Ávila, mientras la tarde cae muy lentamente......

2 comentarios:

  1. joder, estan las fotos guapas guapas, mañana salgo al monte fijo!!!

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  2. Gracias por compartir este magnífico recorrido, voy por esta zona hace años y no lo conocía. Bonitas fotos y bello paisaje.

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